El funcionamiento de una cerradura es mucho más complejo de lo que aparenta pues estos dispositivos por dentro cuentan con una serie de mecanismos que hacen que tu cerradura sea menos o más segura dependiendo del modelo, por eso es fundamental conocer cómo funcionan estos dispositivos de seguridad así podrás enterarte si cuenta con un excelente dispositivo de cierre o si es necesario instales uno que pueda brindarte mayor protección.
Origen de las cerraduras
Las cerraduras son tan antiguas que no se conoce con certeza el origen de ellas, sin embargo se estima que fueron creadas por los chinos cerca de 2500 años antes de la llegada de cristo a la tierra, aunque para estas fechas, estos dispositivos de seguridad tenían un aspecto muy diferente a como se ven actualmente, sin embargo podemos deducir que estos sistemas tan primitivos, dieron muy buenos resultados para esa época ya que todavía la usamos y parece que la seguiremos usando por miles de años más.
Cabe destacar que estos modelos primitivos de cerradura se llegaron a usar hasta por 2000 años, para luego empezar a evolucionar poco a poco, es decir para el año 500 A.C. empezó la evolución de estos dispositivos y su nombre se da por conocer oficialmente como cerraduras, es preciso mencionar que en estas fechas la cerradura era de madera y se cerraban con unas pequeñas clavijas.
Estas cerraduras continuaron siendo de este material por muchísimos años hasta que en el siglo XV crean la primera cerradura metálica siendo un gran avance para el mundo de la cerrajería, sin embargo no se conocía el oficio de cerrajero sino que eran los herreros los que estaban encargados de fabricar estos dispositivos y no para todo el mundo, es decir en esa época los únicos que tenían el derecho de instalar una cerradura de metal eran las clases de personas que tenían más poder adquisitivo, mientras que las de madera eran utilizadas por las personas muy pobres.
La primera cerradura de embutir apareció en el año 1778 y fue creada por Barron, desde entonces la cerradura empezó a evolucionar en gran manera a tal punto que en el año 1784, Joseph Bramah crea las cerraduras de llaves con dientes lo que significó un gran avance a tal punto que aún utilizamos este tipo de llaves en nuestras cerraduras, aunque es obvio que son mucho más pequeñas y además mucho más seguras.
Realmente hubo muchos cambios que se hicieron en estos dispositivos durante los últimos 200 años y si los mencionamos todos pues estaríamos haciendo un libro de interminables páginas. Un punto que se debe tener en cuenta es que siempre han existidos las personas que se quieren apoderar de las pertenencias ajenas y esto es lo que ha generado que evolucionen cada vez para que puedan brindar más y más protección, pues los ladrones también han sabido cómo evolucionar con sus mañas.
¿Cómo funciona una cerradura?
Como ya mencionamos al inicio de esta lectura, una cerradura internamente cuenta con un complejo sistema mecánico que es el que hace que estas funcionen muy bien y puedan brindar un excelente nivel de protección hacia la vida y bienes de su usuario. El tema del funcionamiento de una cerradura es bastante extenso, sin embargo nosotros vamos a explicártelo con breves palabras, pues no profundizaremos mucho en el tema.
Lo primero que debes saber es que las cerraduras cuentan con un cilindro interno que se encarga de girar el tambor, tal cilindro cuenta con diversas perforaciones internas y está perforaciones están llenas de pernos y contrapernos, estos últimos son los que se colocan dentro de las cerraduras para codificar la llave, es decir en el momento que la llave correcta se ingresa dentro del cilindro estos pernos se alinean y permiten la apertura de la cerradura.
La llave de cada cerradura es única, es decir que una llave de un bombin no podrá abrir otro bombin, sin embargo estas llaves se pueden duplicar con un cerrajero profesional, de manera que puedes contar con cuantas copias desees pero esas copias solo abrirán un solo bombin en todo el mundo, en otras palabras podemos afirmar que es como la huella dactilar, única en el mundo.
Todos estos componentes internos están encajados unos a otros, de manera que en el momento en que haces girar el bombin este acciona el mecanismo de apertura, a esta pieza se le denomina como resbalón y logra mantener la puerta cerrada gracias a que en el momento de cierre, se encaja a la perfección en el marco de la puerta fijando así la movilidad de la puerta hasta el momento de abrir con la llave, pues el resbalón se encoge y finalmente la puerta es liberada.
Cabe destacar que el nivel de seguridad de una cerradura varía según la calidad de los materiales en que esté hecha, así como de las necesidades de la persona que quiera adquirirla, hay cerraduras que brindan muy poca protección, mientras que hay modelos que son casi imposibles de burlar su seguridad, el detalle es que mientras más segura sea, más alto será el costo de estos dispositivos de cerrado.
Las partes de una cerradura son: llave, perno contraperno, línea de corte, bombin, tambor y resbalón. Claro estamos hablando de una cerradura común, ya que las cerraduras más sofisticadas cuentan con otros componentes que la hacen ser mucho más seguras.